Dos premisas guiaron la creación y conformación de igen.
La primera fue que debíamos contar con todos los elementos de innovación y gestión necesarios para poder lograr un cambio real y positivo en las organizaciones con las cuales colaboremos. Por esto planteamos el convertirnos en socios para el desarrollo con el objetivo de reunir nuevas tecnologías, capacidades de gestión, asesoramiento en financiamiento, contacto con profesionales u otras entidades, los que en conjunto con otros componentes terminaron conformando las herramientas que este espacio aporta al gestor del cambio social y ambiental.
La segunda premisa estuvo relacionada con evitar que nuestra colaboración generara un nuevo costo que las organizaciones debieran soportar. Es por esto que el desafío se planteó en optimizar nuestra estructura para que sea lo más ligera posible, sin que esto implique reducción alguna en la calidad de las herramientas que ofrezcamos. La utilización de franjas negativas de trabajo, la incorporación de tecnologías de información gratuitas, de código abierto y basadas en la nube, así como también el prescindir de oficinas fijas o de una sobreestructura innecesaria, nos permitieron generar un espacio que aporte soluciones con el menor impacto negativo posible. Además hemos complementando esta visión con la incorporación de fuentes de ingresos indirectas o alternativas, logrando de esta manera que nuestro espacio esté disponible a una mayor cantidad de organizaciones.